martes, 25 de junio de 2019


“Percepción y conflictos de pareja”

         No existe un punto de partida ni de conjunción para definir la percepción de un hecho desde el punto de vista de varios individuos, la diferencia es tal, como tantos seres presencien el hecho. Se sabe que en el momento de recibir un estímulo sensorial externo o un estímulo interno, se llevan a cabo procesos en nuestra mente que nos llevan a traer y llevar experiencias, cultura, educación, creencias y recuerdos a través de nuestro pensamiento simbólico para entender al mundo por medio de un significado.
  • Procesos cognitivos. En estos procesos se integran todas las conductas con las que damos sentido y significado a todo lo que nos rodea, a nuestros propios estados internos (emociones) y a las reacciones que tenemos ante cualquier estímulo (interno o externo). 
  • Los procesos cognitivos tienen como fin el conocimiento del mundo y de nosotros mismos, estos procesos se basan en la experiencia previa. 
  • Dentro de estos procesos se incluye la percepción, la memoria, el aprendizaje, el pensamiento, la inteligencia, la comunicación y el lenguaje.



 Entre todo esta información que se maneja en el cerebro, un elemnto importante es la DISCRIMINACIÓN DE LA INFORMACIÓN, así, lo que no nos es significativo no se acumula, quizá esto nos sea de utilidad para adaptarnos al medio donde nos encontremos y utilizar momentáneamente esas referencias. Por el contrario, aquellos momentos que si nos son significativos marcan una tendencia de los planos de significación de nuestro entorno y en las respuestas que manifestamos ante los estímulos.

Esta situación no es inamobible y de algún modo, al adquirir más conocimiento a través de los sentidos, sumamos experiencia cognoscitiva que nos permite moldear los estándares individuales, al grado de hacerlos personalizados y únicos.

En este blog pondré varios ejemplos sobre la polaridad de la percepción y cómo es que ésta domina nuestras respuestas a los estímulos del medio y que no son necesariamente iguales. 



De Jedi’s y Sith’s

         En el 2015 estuvo muy de moda, por su reaparición en la pantalla, la saga de Star Wars y por todos lados hacen chistes o se escucha la Marcha Imperial y el característico sonido de la respiración de Darth Vader. Tomé el último avance de la nueva película y lo vi junto con mis hijos, Las reacciones fueron las siguientes:
         Mi hijo de 17 años en ese entonces, comenzó a llorar en silencio mientras veía atento el video, temblaba de la emoción, hay una escena donde sale el casco de Darth Vader muy maltratado y tirado en el piso, ahí suspiró, pero en la escena donde salen Han Solo con Chewbaca diciendo “Chewi, estamos en casa”, el llanto silencioso se transformó en algo muy intenso y convulsivo, comenzó a brincar y me quitó el teléfono para ver el video cerca de 10 veces seguidas mientras seguía llorando.
         Recuerdo que me decía, ¡No puede ser! ¡Mi infancia regresó! ¡Qué recuerdos! Y prácticamente no podía decir más por la emoción.
         Mi hija de 24 años sonreía, en la escena del casco se tapó a boca haciendo una mueca como de sufrimiento al recordar la escena de la muerte de Anakin y en la escena final me mostró que su piel se le erizó. Tranquila, comentó que esperaba que no fuera un refrito más y que se veía padre el corto. No hizo más comentarios y regresó a su recámara.
         Analizando la situación desde la perspectiva individual: 
  • Mi hijo tiene un apego muy fuerte con su padre y ver estas películas es un retorno a la experiencia grata de estar con él, es el punto de encuentro con su padre pues comparten el gusto desmedido por la cultura Jedi. 
  • Mi hija, comparte otros temas con su padre y a pesar de haber vivido lo mismo que su hermano, la necesidad del apego parental no es tanto, ella es muy independiente, así que su reacción fue menos emotiva.


Sobre perros y gatos

         El contacto inesperado con el pelo de un perro o de un gato, tiene varios efectos en la gente. Por ejemplo, en una casa hay dos gatos y pernoctan varias personas, entre ellos una adolescente y un adulto :
          Caso 1.   Adolescente de 12 años, a quien le gustan los animales y duerme con  sus mascotas, cuando siente en su pie desnudo el pelo de un gato siente seguridad y confianza, duerme en paz.
         Caso 2.    Adulto que no le gustan los animales y que nunca ha tenido una mascota, siente en su pie el pelo de un gato en la noche, grita y se levanta asustado.

Analizando el contexto desde la perspectiva de cada uno, sus experiencias les hablan desde la confianza en el animal, es decir, que no los va a morder o a lastimar, la adolescente que está acostumbrada desde chiquita a tener animales en su casa sabe que no pasa nada.
El adulto que nunca ha tenido mascotas y mucho menos dormido con animales, siente que son una amenaza para su pie y junto con el pelo se imaginó dientes y garras atacándolo, mucha sangre y dolor.


Manzanas y bellas durmientes

         Un ejemplo que Melgarejo (1994) describe me parece digno de citar:
          “Si una vivencia que tiene un contexto definido puede llegar a ser ubicada simultáneamente en diferentes planos de realidad, por la naturaleza del pensamiento simbólico involucrado en la formulación de significados, con mayor razón una vivencia sin contexto. Por ejemplo, si a un grupo de personas se les dice la categoría “manzana”, habrá quienes evoquen una fruta de forma característica y de color rojo, tal vez plasmada en un papel; otras personas pueden imaginarla con hojas en un extremo o colgada de un árbol; alguien más puede pensar en esa fruta, preferentemente roja, sobre un escritorio de un salón de clases; algún otro imaginará una deliciosa manzana mordida por una bella joven que cae en un profundo sueño; habrá quien piense en una manzana de colores y computadoras. Así pues, un término dicho en abstracto puede evocar diferentes experiencias, no necesariamente ajenas entre sí, e involucrar distintos planos de elaboración conceptual y simbólica del mismo evento, porque en la realidad social la cosmovisión está constituida por la integración de sistemas de categorías de diferentes niveles en constante interacción”.
 
Religión

         La cultura y religión combinados, influyen en el modo de ver las cosas:
  • Una persona que es cristiana y es muy apegada a sus creencias, entra en la  habitación de su amiga, que es wicca y se encuentra con un altar donde hay un caldero, velas, un athame (daga ceremonial), incienso, sal, agua y un pentagrama, sale con el rostro pálido y balbuceando algo parecido a “tienes un cuchillo en tu cuarto y cosas de bruja y yo soy cristiana, no puedo con esto”, toma sus cosas y sale de la casa.
  • Otra persona, que fue sacerdote y ahora se dedica a leer mucho y dar clases, entra en la misma habitación y no tiene reacción alguna.

 La cultura, religión o ideología hace que interpretemos el medio a través de lo que hemos aprendido de otros desde la infancia, en este caso a pesar de tener una cultura religiosa estrecha, uno pudo tener una visión más abierta ante las expresiones religiosas de los otros, quizá la lectura o el dar clases abrió su visión, mientras que la chica considera que no es adecuado rodearse de elementos diferentes a su religión porque así se lo han enseñado desde pequeña.


Conclusiones:

         Una de las principales causas de los desacuerdos se debe a la PERCEPCIÓN, cada quien siente que lo que piensa:
  • Es el deber ser de las cosas
  • Todos ven las cosas o situaciones igual a mi
  • ¿Pero si es lo normal!... 
  • ¡Es obvio!

Pro pocas veces nos damos a la tarea de preguntarle al otro ¿Y tu... qué ves/sientes/piensas? 

¿Cómo usar a nuestro favor la diferencia de percepciones? Al observar que “no todos piensan como yo”, nos abrimos al entendimiento del otro y podemos RESOLVER los conflictos desde el GANAR-GANAR. 

Pero lo más importante y el punto central, es que ya tomando conciencia del proceso cognitivo de las percepciones, podemos evitar hacer juicios antes de escuchar o entender el porqué de cierta conducta, en el entendido de que:
  1. Todo tiene que ver con la historia personal del otro y no de la nuestra. 
  2. Todo juicio se hace desde el yo, es por esto que es necesario abrir nuestro entendimiento
  3. La información que el otro nos da es primordial para entender su punto de vista
  4. Preguntar... siempre preguntar ¿Y tu... que ves? 



Referencias:

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